Por lo general, este tipo de computadora
cuesta cientos de miles o incluso millones de dólares. Poseen capacidades de
cálculo muy superiores a las computadoras corrientes y son usadas con fines
específicos, sobre todo científicos.
Aunque algunas supercomputadoras son
sistemas informáticos individuales, la mayoría están compuestas por varios
equipos de alto rendimiento que trabajan en paralelo como un solo sistema.
Un ejemplo de supercomputadora es la
Roadrunner de IBM. Tardaron 6 años en hacerla y costó millones de dólares.